Hoy me han preguntado como
consigo olvidar o dejar apartado todo aquello que me ronda por la cabeza y me
carcome. Esos pensamientos que, como una bocanada de humo, nublan mi mente sin
poder continuar, deteniéndome a recuperar la visión.
¿Cómo detener a esa oscuridad que
poco a poco roe los cimientos de una vida? Desmoronándome en ocasiones para
luego después levantarme, y siempre levantarme una vez más por la que caigo. Siempre
de pie, siempre con la vista en alto. Como en la vida, el mar azota la playa
una y otra vez, con ímpetu, sin descanso. Ola tras ola, transforma la arena a
su antojo. Ola tras ola, domina la playa. Tal vez deberíamos abandonarnos y
caer en la orilla, dejarnos golpear ola tras ola, elevarnos por las mareas y
enterrarnos en la arena, perdernos en la infinidad de los mares y océanos,
arrastrados por aquello que no podemos controlar al habernos dejado abandonar,
o también, podríamos quedarnos en la playa y construir nuestro pequeño castillo
de arena.
Siempre que construimos un
castillo de arena corremos el riego de que se desmorone pero ¿No es así como es
la vida? ¿No se desmoronan nuestros sueños, nuestros sentimientos y en
ocasiones, no somos capaces de impedirlo? Creemos que todo ha terminado,
creemos que se ha desvanecido, que todo está perdido. Pero en realidad no es así,
cuando construimos un castillo de arena y lo hacemos mal, se desmorona, es
verdad, pero ¿No estamos rodeados de arena? ¿No podemos volverlo a reconstruir
resolviendo nuestros fallos? Nada desaparece sino que se esparce, nuestra es la
elección de llorar a cada gramo que ha perdido su lugar o de volverlos a juntar
para continuar nuestro castillo. Podrán ocurrir infinidad de desgracias y
desventuras, pero siempre estará ahí la arena para volverla a levantar.
Construye tu vida en soledad y la naturaleza proveerá lo que necesites, porque la
vida nunca acaba, siempre continua aunque haya muerte porque pase lo que pase
siempre habrá vida.
1 comentario:
'Ola tras ola, transforma la arena a su antojo'. Me guuuuusta :)
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