domingo, 30 de noviembre de 2008

La mancha de la ira

Y entonces la ira inundo mi cuerpo. Sin mis dedos poder controlar, ni mis palaras acallar, los chillidos se hicieron hasta que mi boca paro de vocalizar. La mancha oscura crecía, en mis marrones pupilas se veía… la negrura aumentaba mientras el deseo de venganza me cegaba. Y tú, que fría como el hielo todo lo destruiste, y que con tanta codicia me restregaste que con tanto poder manipulaste todo aquello que con gran ilusión y placer intente crear ¿es que el demonio quemo lo que dios en siete días creo?

Qué valor hay que tener, para una vez destruirme callarte y ocultarte, borrarme y jamás hablarme… que alguien se apiade de aquellos que como pequeñas fichas utilizan a las personas a su gusto, sin saber lo que hay debajo… Mas un consejo he de daros… no confiéis en aquellos a los que su rostro no veis… mas no sabéis si mienten o te ocultan algo… algo que tan delicado parece a simple vista… a simples sentidos… mas todo acaba, y perdidos y hundidos acabamos… sed felices a vuestra merced, no os preocupéis por algún otra felicidad… mas si quieres su felicidad… solo te traerá oscuridad.

sábado, 29 de noviembre de 2008

La vision de la desesperación

He podido observar desde el Nilo las amarillas pirámides, he observado como miles de aves volaban sin apenas tocarse sobre azul cielo. He observado cielos y noches, montañas y playas… mas nunca pude observar algo tan bello como lo fuiste tú… cuando con mi cámara te retrataba mientras te inmutabas… tu sonrisa y tus ojos, preciosos a la vez que hermosos.

Pero las fotos ya se han perdido, al igual que tu. Te fuiste y jamás volviste. Te recuerdo… cada noche que la luz se pone… ahí me imagino que estas tu… cada día que pasa muero, cada día que no te oigo, decaigo. Ya no sé cuantos meses me dejaste, me abandonaste. Ya no recuerdo los días que pase viendo por la ventana, mirando antiguas fotos o buscándote en las calles.

He podido observar las nubes rozando el sol, h observado aquella verde selva que con sus miles de plantas al tigre protegía de su inmensa belleza. He observado a reyes y reinas, lejanos parajes y bellos paisajes… mas cuando dicen lo bello que es, se lo niego… mas lo más bello de esto mundo no son los lugares ni animales… ni edificaciones ni deformaciones… simplemente les enseño tu foto, tu retrato… y todos callan y observan… observan aquello llamado belleza… aquello llamado… (Nombre).

martes, 25 de noviembre de 2008

Distorsiones

Todo el día paso pensando en ti. Pensando en cuando volverás, en cuando te volveré a ver. No es mi problema, es problema de mi mente y mi corazón que se destruyen mutuamente al decidir dónde buscarte. Ya no sirven tirar azules botellas al mar con mi mensaje dentro, ya no sirve chillar a los cuatro vientos donde estarás… porque no obtendré respuesta…

Cada noche sueño contigo, mas la puerta me cierran y en la salida me atropellan. ¿Cómo es vivir sin pensar en ti? No lo sé… mas nunca lo sabré. Todo se desmorona en mis manos y caen como pequeños granitos de arena a la mar desasiéndose como el dulce azúcar en un vaso de agradable agua. Ya no se a que saben tus besos ni como de suave es tu pelo. Ya no recuerdo el color de tus marrones ojos, de tu blanquecina tez marina… de tu enorme corazón. Cuento los días, cuento las noches, cuento los meses en que por fin me beses.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La ira del dolor

En el oscuro cielo, oculta tras las nubes lluviosas, se alzaba la blanca luna. Aquella noche la luna estaba oscura. Alzo la mirada viendo que la luna estaba oculta y que sus rayos de luz no incidían en la tierra… todavía. Sabia que pronto pasaría, que pronto seria iluminado por la terrible luna y entonces ocurriría… ocurriría aquello que había luchado año tras año por que nunca jamás sucediera… pero hasta el momento no lo había conseguido.


Corría por las oscuras calles mojadas de la lluvia, pisando charcos los cuales su sonido era oído por todas las calles gracias al eco. Intentado correr para dejar atrás a su sombra intento esconderse debajo de un pequeño puente que conectaba las pos partes de la pequeña ciudad. Entonces apareció. La luz incidió directamente en el suelo provocando su iluminación, entonces empezó todo. La transformación empezó. La piel se le desgarraba dejando salir un hilillo de sangre a la vez que le brotaba una nueva carne color marrón llena de un pelaje duro y suave. Los ojos se volvieron negros, su boca, se fue transformando hasta convertirse en un poderoso hocico. Su dentadura aumento, dejando Salir unos largos colmillos blancos como la misma luz de la luna. Sus orejas se volvieron peludas y picudas. Toda su ropa se quedo destrozada al aumento de su tamaño. Dejando los restos de piel y ropa en el suelo desgarradas. Cayó al suelo. Su respiración se hizo profunda, su saliva colgaba de su sedienta boca llena de afilados cuchillos.


Sus ojos se abrieron de repente. El negro de sus poderosos ojos relucía como las perlas en aquella oscura noche. Levantándose con lentitud y pesadez se puso sobre sus cuatro peludas patas llenas garras. Miro al frente, a sus lados, no había nadie, y a si alguien hubiera estado cerca habría huido de esa monstruosidad. Cuando hubo observado su alrededor se levanto sobre sus patas traseras, y mirando a la luna hizo su poderoso aullido. Aquel aullido se extendió por las oscuras calles, provocando que gatos, ratas y demás seres que habitaban los alrededores del pequeño puente salieran despavoridos en busca de su salvación. El los negros ojos de aquel animal peludo pero con cuerpo medio humano, podía verse el odio en sus ojos, las ganas de venganza en sus dientes y el dolor en todo su ser lleno de viejas cicatrices ahora rodeadas de aquel pelaje marrón. Buscaba lo que le pertenecía, buscaba piedad en este mundo para un ser tan diferente… ya no había vuelta atrás, ya no había escape posible. Ya lo era, ya era la bestia que con tanto esfuerzo intento por retener… ahora solo quedaba el tiempo… y la salvación por aquellos que le hicieron aquellas cicatrices y que merecían la muerte o algo pero… ser devorados vivos mientras ellos mismos se ven llenos de sangre, vísceras y su corazón destrozado. Nadie nunca se quiso hacer monstruo, sino que aquellos con los que lo utilizaron y jugaron con el lo convirtieron en lo que es… aquel monstruo que portaba las garras y los colmillos de la justicia y ahora la justicia, su justicia… solo pedía sangre.

soñoliento te recuerdo

Aquí, ahora, postrado en la cama deseo en que algún día vuelva a oír tus palabras. Los parpados me pesan y mis ojos se cierran. No sé cuanto tiempo podre estar escribiéndote esto ahora que mi corazón sueña. Las lágrimas se deslizan por mis acuosos ojos. Cuando caen, puedo ver como todo se nubla y el sol desaparece.

No puedo levantarme, el alma me pesa. Desde aquí puedo ver las miles de estrellas que flotan en el espacio alrededor d la luna. La luz de las viejas farolas entra a través de mis cristales creando monstruosas sombras tras de mí. Con un ojo abierto y el otro durmiendo observa la intrigante habitación. Solo estoy yo, yo y las sombras… aun tengo pesadillas con que vuelves y me matas por el dolor que te hice, aun sueño con que por fin ríes al acabar conmigo y quitarme mi podrido corazón. Veo tus ojos en las sombras, no puedo dormir, he de vivir… mas… que es una vida sin ti, un camino sin descanso, un torbellino sin final… y alegría fría que nunca se descongela. Quiero volver a vivir y eso solo te lo debo a ti, tú me arrebataste todo, yo te deje quedártelo.

Fotografío la luna, fotografío las estrellas, ya que solo su belleza me recuerdan a ti. Vivir sin ti no es vivir, pero tampoco es morir. Es flotar en la negrura y la espesura de la niebla. Es gritar y ningún sonido articular… es soñar… es volar… es caer al vacío sin el trágico final. Quiero que vuelvas, quiero tenerte, oírte, verte… abrazarte… tan solo te quiero a ti… mas ya vendí mi alma por poder quererte… y ya no me queda nada para volver a verte.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Ojala acabe todo...

Y ahora que me paro y observo aquello que jamás pensé que ocurriría veo el sentido de todas las cosas. Por fin mis ojos pueden tocar el aire del mundo sin ser ocultados por aquellas manos que siempre me ocultaron la verdad. Ahora que todo lo veo, ahora que todo veo como se destruye y cae muerto al suelo comprendo lo que en realidad es la vida. Las notas dejan de sonar, la melodía se detiene para dejar sonar el silencio, los chillidos de desesperanza y los ahogos de la melancólica multitud que sigue a unas nubladas sombras que al fin y al cabo no les llevara a otro sitio que no sea la desesperación, el odio y la muerte.

Deseo terminar ya, deseo poner fin a todo y para la eternidad descansar. Si las venas me he de rajar, si de la ventana me he de colgar lo hare, mas no veo sentido alguno en esta patética vida donde nadie ve la luz del camino. ¿He de abandonar para descansar? ¿He de luchar aun sabiendo el final, la muerte, la decepción y la soledad? ¿Merece luchar por algo que ya no le veo sentido? Sinceramente… no lo sé…

Todo cambia, la gente dice que no hay que abandonar, mas yo no abandono, simplemente digo ¡basta! ¡Mirad a vuestro alrededor! ¿Creéis que merece la pena? Naces, vives, estudias para poder trabajar, trabajas para poder comer, ¿es que tiene precio el poder vivir? ¿esque has de vivir a cambio de dinero? Yo decido, yo decido si prefiero vivir o morir, yo decido si hay que sacrificarse por los valores en los que creo. Que más me da la soga que sujete mi muerto cuello, el duro suelo en el que se encuentre mi destrozado cuerpo o la fina cuchilla bañada por mi negra sangre. No me detengáis, mas nadie podrá cambiar lo que en mi mente circula, murmulla y me estrangula.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Aquella bestia, que tal dia amo...

Y ahora que ya me has visto, que has visto lo que soy, y como soy ni me miras. Y que antes, con tanta afán me hablabas, me hablabas cuando aun no sabias quien era, ni como era. Ahora que me he levantado la máscara huyes, huyes por lo que soy, huyes por lo que me he convertido. Y pensar que seguirías a mi lado aun cuando nuestros rostros se vieran…

¿Es mi cuerpo de animal el que te hizo huir? ¿Son mis fauces las que te hicieron chillar? ¿Son mis ojos negros los que te hicieron retroceder? Que mas da… vuelvo a la soledad de mi castillo, donde las sombras y las rojas rosas son mi fiel compañía. Ya no soporto verme en los espejos, los rompo, los destrozo. Y tu… que tan bella merodeabas por mis jardines un día de invierno, con tu abrigo de lleno de blanca nieve, y yo te acogí… mas tapado… para que no me miraras a los ojos… ni a lo que me convertí. Con el tiempo pensé que tus muestras de cariño eran dadas por tu generosidad, por tu simpatía… mas cuando me viste… todo ello en ti desapareció… se difumino… y ahora… ablando solo enfrente del helado cristal mientras caen los primeros copos de nieve observo lo que tal vez, en otra vida y en otro lugar… puedo ser… y blandiendo mis garras contra el pecho desgarre toda carne que pude encontrar en mi… mas no morí… ni mi corazón encontré… ya no estaba… ya no había nada… solo quedaba la sangre que en un tiempo bombeo… sangre negra… sangre muerta… sangre envenenada por algo llamado amor.

martes, 18 de noviembre de 2008

Las gracias del angel

Y ahora que mis tres cicatrices recorren mi espalda, las observo. El único recuerdo que me recuerda el dolor, la desesperanza y que sangro… como todos los mortales. Ahora que el filo de la cuchilla esta seca y rojiza, ahora que mis cicatrices ya han sanado… las observo, dejando ver lo que hice en el pasado, dejando ver el dolor que provoque y mi cuerpo adquirió.

Y ahora abandono. Abandono todo aquello salvo a ti. Quien sabe si me escucharas, quien sabe si en alguna esquina te hallaras tu… tan bella y alegre como quiero recordarte. Aunque ya no escuche tus palabras, aunque no sé si aun me tienes en tu mente, tu aun permaneces dentro de la mía, mas el paso del tiempo te difumina, te borra… salvo esos ojos, esos cobrizos ojos… Y ahora recuerdo como, en medio de la oscura tormenta llena de rayos y truenos el ángel bajo. Mi mano tomo y me levanto. Te odie, te odie por quitarme de mi tormentosa mente la idea de desaparecer y poner fin a todo esto a filo de cuchilla. Mas ahora que pienso y me observo en el espejo, veo que no estaba en mi juicio, que gracias a ti, volvía a ver el sol, la luna… las estrellas… Álzate ante los mortales, mas nunca sangras…. No como nosotros, vives en nuestro mundo, salvaje y destructor… pero aun así continuas, aun sabiendo que no somos mejores que tu, aun sabiendo que nunca podremos compararnos a ti… álzate ante los humanos, ya que hemos perdido la razón, los sentidos… y dentro de poco perderemos los sentimientos…

No te escondas, sal. Ángel liberador, observa que un día levantaste de las profundidades al monstruo en que me convertí. Camino entre sombras… porque es lo que me merezco. Hablo conmigo mismo, porque solo yo me entiendo. Observo todo a mí alrededor pero nada merece la pena, mis ojos ven diferente, mi mente piensa al contrario que todos los demás… ¿Qué me ha hecho cambiar y no verle sentido ni a los pasos que doy cada mañana? ¿Qué es lo que hice mal para que todo en lo que creo no exista? ¿Eres tú mi respuesta? ¿Eres el sentido de la vida?

Ángel liberador de oscuridades, entre dos bandos te encuentras mientras piedras se echan los unos a los otros. No sabiendo que hacer, no sabiendo quien razón tiene y quien no, estas ahí, día o noche, estas tu ahí… ¿Quién podrá pagarte todo esto? ¿Con que podremos pagarte si con nuestras monedas o billetes no aceptas? Alcemos nuestros corazones, el mundo entero, y que él decida quien merece la salvación y quién no.

Pocas veces tus palabras me llegan, pocas veces mis oídos las escuchan… más aun recuerdo todas tus palabras y las acato, como si escritas a fuego estuvieran en mi mente. Mundos distintos, mundos separados y divididos el tuyo y el mío. Mundos incompatibles que por tan solo una rendija nos hablamos y nos apreciamos… sonrío… mas nunca fui tan feliz de tener a alguien al otro lado… en el cielo… que me ayuda y levanta de las profundidades de la desesperación.